jueves, 23 de abril de 2015

Corre.


Corre. Solo puedo pensar en huir de aquella persona encapuchada. No sé quién es ni qué quiere, pero
mi cuerpo por instinto mueve las piernas sin parar. Corre. Nunca he podido tener una vida tranquila, 
siempre me persigue a donde quiera que vaya, es como una sombra, no, peor que una sombra, tengo 
la sensación de que esta persona sí puede acabar conmigo. Corre.

Cuando parece que por fin soy feliz aparece de nuevo detrás de mí cubriendo todo lo que me rodea de tristeza. Corre. Disfruta haciéndome sufrir, puede que sea mi culpa por permitírselo, pero ¿qué puedo hacer? Me tomarán por loco si se lo digo a alguien.

¿Quién es? Nunca puedo verle la cara, ¿por qué? No sé de lo que es capaz de llegar a hacer si algún día consigue atraparme. Corre. Lo mejor será que me deje atrapar, así podré ver quién es y qué es lo que quiere. ¿Qué estás diciendo? Como bien has dicho no sabes de lo que es capaz. 

Corre. Estoy cansado... Ya se tendría que haber ido, esta vez está insistiendo demasiado. No creo que aguante mucho más en esta situación. Creo que es hora de dejar de huir y hacerle frente. Cuando menos se lo espere me giraré e iré hacia donde esté. Tiene que acercarse un poco más a mí... ¡Ahora!

...

¿Y-yo? ¿Q-qué está pasando? 

...

Tenía razón. Esta persona sí puede acabar conmigo.

Corre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario